Los deportes
Odio los deportes. No soy bueno en ningún deporte. Mi cuerpo no es flexible. Cuando doblo mi cuerpo hacia delante, mis dedos no alcanzan al suelo. Tampoco tengo sentido del equilibrio. Cada vez que me sacan una foto, el fotógrafo me dice que mi cuello está inclinado. No puedo mantenerme parado sobre una pierna más de cinco segundos, incluso si mis ojos están abiertos.
Particularmente no soy bueno en los juegos de pelota. Me sentía torpe en las clases de deporte de la escuela cuando era estudiante. No podía entender el movimiento de la pelota. Cuando jugábamos al voleibol, no podía tocar la pelota en primer lugar. Aun cuando podía tocar la pelota, esta botaba en una dirección inesperada después. Cuando jugábamos al baloncesto y recibía una pelota que alguno de mi equipo me había pasado, no pude imaginar que debía hacer con ésa, y al final me la arrebataban.
Se dice que los deportes son buenos para la construcción del carácter. Sin embargo, no era cierto para mí. Cuando jugábamos al voleibol, mis compañeros de equipo me daban la oportunidad de recibir pelotas al principio. Pero, después de un tiempo, se dieron cuenta de mi falta de técnica. Como se concentraban en el juego y tenían que ganar, ellos saltaban delante de mí y recibían la pelota. Me sentí marginado. Como resultado, me volví retorcido.
A causa de esta experiencia, llegué a odiar los deportes. He cambiado de canales algunas veces cuando comenzaban las noticias deportivas en la tele. Creía obstinadamente que jugar deportes era dañino para el cuerpo. Mi teoría era así: Si haces deporte, tienes que mover tu cuerpo demasiado para ganar el juego o lograr un objetivo determinado. Como resultado, dañas tu cuerpo y a veces te lesionas. Además, tienes que respirar mucho durante los deportes. Pero el aire contiene oxígeno activo que daña tu cuerpo. Cuanto más deporte haces, más respiras el oxígeno activo, lo que te ayuda a envejecer más rápido.
De hecho, algunos atletas murieron a edades jóvenes debido a los accidentes y enfermedades. Algunos jóvenes alrededor de mí se enferman y otros tienen algunos problemas en sus riñones. Por otro lado, parezco saludable por ahora. Parezco joven para mi edad, por suerte.
Sin embargo, de hecho, ya he envejecido. Tengo grasa alrededor de mi estómago. Siento que mi cuerpo está rígido después de quedarme en casa todo el día. Me siento cómodo cuando me estiro un poco.
No odio caminar. Cuando viajo, camino mucho de un lugar a otro. Mi podómetro a veces indica más de 40.000 pasos al día. También me muevo en bicicleta en lugar de en coches o autobuses. No utilizo ascensor en mi oficina, pero subo y desciendo por las escaleras.
Ahora, también veo unos programas de deportes. Ahora comprendo poco a poco los juegos de futbol que antes parecían solamente un grupo de hormigas. Ahora me divierto viendo los Juegos Olímpicos y la Copa Mundial.
Es decir, me gustan mucho los deportes.
※この文章はスペイン人の先生の添削を受けて修正済みです。
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